La Nación Fueron la pareja furor y terminaron a los gritos en plena calle: Mar铆a Eugenia Zorzen贸n y Velasco Ferrero, del amor a la guerra
28/11/2025
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La disputa p煤blica (y grabada) mostr贸 un conflicto que se gest贸 durante a帽os; una familia entera fue marcada por juicios, acusaciones y silencios
En la memoria del mundo del espect谩culo sobreviven muchas escenas que parecieron condensar el esp铆ritu de una 茅poca: esc谩ndalos, peleas, separaciones p煤blicas, traiciones... Pero pocas quedaron tan fijadas en el imaginario colectivo como aquella tarde en la que Mar铆a Eugenia Zorzen贸n enfrent贸 a su expareja, el conductor y locutor Sergio Velasco Ferrero, en plena calle. El episodio no necesit贸 guion ni c谩maras profesionales, solo un grito de ella hacia 茅l que qued贸 fijado para siempre: 鈥溌scupitajo facial!鈥. Y de inmediato una furia acumulada durante a帽os hicieron el resto. Detr谩s de esa postal exacerbada hab铆a una historia de amor, conflicto, reclamos, juicios y heridas que marcaron a una familia.Un romance inesperadoCuando se conocieron, Velasco Ferrero era ya un nombre consolidado de la radio y la televisi贸n: voz imponente, presencia fuerte, absoluto dominio del estudio. Zorzen贸n, m谩s joven, m谩s espont谩nea, ven铆a de un mundo alejado del micr贸fono. La relaci贸n avanz贸 r谩pido, con la intensidad de los romances que mezclan admiraci贸n y v茅rtigo. En c铆rculos cercanos, amigos de 茅l aseguraban que Sergio se mostraba 鈥渇ascinado, casi rejuvenecido鈥; 铆ntimas de ella recuerdan que 鈥渆staba enamorada, confiada, convencida de que hab铆a encontrado un compa帽ero estable鈥.A los pocos meses naci贸 Camila, la hija que unir铆a para siempre a esa pareja que parec铆a, por momentos, complementarse y, por otros, chocar con violencia. El conductor ten铆a una vida laboral que demandaba presencia constante y horarios dislocados. Zorzen贸n, reci茅n madre, atravesaba el per铆odo m谩s vulnerable de su vida. Entre esos mundos, las tensiones comenzaron a crecer.Se viene el estallidoCon el tiempo, las diferencias se hicieron irreconciliables. Al parecer, el conflicto econ贸mico fue el verdadero punto de fractura: discusiones por alimentos, gastos del hogar y la sensaci贸n 鈥攕eg煤n Zorzen贸n鈥 de que Velasco Ferrero no acompa帽aba lo suficiente la crianza.脡l, por su parte, aseguraba en privado que s铆 contribu铆a pero que 鈥渉ab铆a l铆mites鈥, especialmente cuando comenzaron a aparecer reclamos cada vez m谩s duros. Cercanos al conductor recuerdan que lo mortificaba la idea de que su vida personal se volviera materia de espect谩culo. 鈥淣o quer铆a que la prensa se metiera鈥, sol铆a insistir un productor. Pero lo inevitable estaba por llegar.La vereda que se volvi贸 escenarioAquel d铆a 鈥攔ecordado por miles gracias a las im谩genes que luego circularon鈥, Zorzen贸n se acerc贸 a Velasco Ferrero con una mezcla de desesperaci贸n y enojo. Lo sigui贸 unos metros, llam贸 su atenci贸n y lo enfrent贸 cara a cara. La discusi贸n subi贸 de tono. Testigos aseguran que ella le reclamaba por la falta de aportes econ贸micos para Camila y la ausencia en la vida cotidiana de la ni帽a.Entonces ocurri贸 lo que inmortaliz贸 la escena: un escupitajo directo al rostro, acompa帽ado por un grito que atraves贸 el aire y la dignidad herida de ambos. La frase 鈥溌scupitajo facial!鈥 se convirti贸, de inmediato, en un s铆mbolo exagerado, casi grotesco, del drama familiar expuesto sin filtros.Mientras 茅l intentaba limpiarse y alejarse, ella continuaba gritando, pidiendo que se hiciera cargo, que cumpliera, que no olvidara a su hija. Para los curiosos que rodeaban la escena, aquello era un espect谩culo. Para ellos dos, era la s铆ntesis dolorosa de a帽os de frustraci贸n.Los pasillos judiciales y el desgaste emocionalDespu茅s del incidente, los juicios y contra-juicios se multiplicaron. Hubo pedidos formales de aumento de cuota alimentaria, revisiones periciales sobre la situaci贸n econ贸mica del conductor y presentaciones que inclu铆an acusaciones cruzadas. Zorzen贸n insist铆a en que Velasco pod铆a aportar m谩s y no lo hac铆a. 脡l sosten铆a que la exposici贸n medi谩tica lo perjudicaba y que ella exacerba el conflicto para presionarlo.En una audiencia, seg煤n dos personas que estuvieron presentes, Zorzen贸n rompi贸 en llanto cuando habl贸 de la crianza en soledad. Velasco Ferrero, serio, la mir贸 sin intervenir. 鈥淔ue una escena dura, nadie sali贸 bien de esa sala鈥, recuerda un abogado que particip贸 brevemente del expediente. El clima era tan tenso que algunos empleados judiciales todav铆a recuerdan aquel d铆a como 鈥渦no de los episodios m谩s 谩speros que tuvimos con figuras p煤blicas鈥.Camila, en el medio: infancia entre c谩maras y abogadosPara Camila, la infancia fue una mezcla de amor materno y ausencia paterna, al menos en los t茅rminos que ella habr铆a deseado. A帽os despu茅s, en entrevistas ya adultas, admiti贸 que la exposici贸n temprana tuvo consecuencias: 鈥淒e chica no entend铆a por qu茅 la gente hablaba de mi familia鈥.En la adolescencia, se vio tentada por el mundo medi谩tico. Particip贸 en programas, trabaj贸 como modelo y tuvo apariciones que generaron revuelo. Ese camino desemboc贸 en una producci贸n fotogr谩fica que reaviv贸 el conflicto entre sus padres: Velasco Ferrero, ya distanciado de Zorzen贸n, present贸 una denuncia argumentando que la sesi贸n era inapropiada. Zorzen贸n lo acus贸 de moralismo y de no haber acompa帽ado a su hija durante a帽os.Amigos de Camila aseguran que la joven atraves贸 un per铆odo de rebeld铆a alimentado por un sentimiento de orfandad simb贸lica: 鈥淓lla se hac铆a la fuerte, pero esas peleas le dol铆an鈥.El amor que tampoco prosper贸: la relaci贸n con el hoy ex de PampitaEn su juventud adulta, Camila tuvo una relaci贸n con el empresario y pol铆tico Roberto Garc铆a Morit谩n, que por entonces ascend铆a en notoriedad. Fue un noviazgo largo, de cuatro a帽os, con momentos p煤blicos y privados. Zorzen贸n declar贸 que su hija 鈥渘o tuvo suerte鈥 en esa pareja: 鈥淐on 茅l termin贸 muy mal鈥. Camila lo dej贸 y sali贸 adelante priorizando sus estudios y proyectos propios. Ese v铆nculo fue el 煤ltimo cap铆tulo medi谩tico de su vida antes de desaparecer del radar p煤blico.El viraje en la vida de Camila fue total. Se alej贸 de la TV, ingres贸 a la universidad y se gradu贸 como ingeniera. Hoy trabaja en proyectos vinculados a inteligencia artificial, brinda capacitaciones y se dedica a la divulgaci贸n tecnol贸gica.Compa帽eros de trabajo la describen como meticulosa, seria, comprometida. Algunos conocen su historia familiar y aseguran que ese pasado turbulento la hizo 鈥渕谩s fuerte, m谩s enfocada y m谩s exigente consigo misma鈥.Los 煤ltimos a帽os de Velasco Ferrero: enfermedad y silencioEl conductor vivi贸 su 煤ltima d茅cada entre problemas de salud y un progresivo retiro de los medios. Un accidente cerebrovascular lo golpe贸 con fuerza y lo dej贸 con dificultades motrices. Su c铆rculo se redujo, sus apariciones se hicieron espor谩dicas y su voz 鈥攁quella que marc贸 a generaciones鈥 se fue apagando. Muri贸 a los 80 a帽os. Para sorpresa de muchos, quien confirm贸 la noticia fue Zorzen贸n. Con un tono medido, reconoci贸 que 鈥渆staba muy enfermo鈥 y que deseaba que descansara en paz. Ese gesto, humilde y despojado, marc贸 una especie de cierre emocional para quienes alguna vez los vieron enfrentados con violencia.Mar铆a Eugenia hoy: bajo perfil, recuerdos y cuidadosZorzen贸n vive lejos del esc谩ndalo. Dedica la mayor parte del tiempo a su familia y mantiene un v铆nculo cercano con Camila. Cuando habla de su pasado, evita ahondar en detalles. Quienes la frecuentan aseguran que se encuentra m谩s serena, marcada por la maternidad y por los a帽os turbulentos que debi贸 enfrentar sola.La historia entre Velasco Ferrero y Zorzen贸n no es solo un episodio medi谩tico: es un retrato de c贸mo la vida privada puede volverse espect谩culo y de c贸mo las disputas familiares escalan cuando la fama funciona como amplificador.Hoy, con 茅l ausente y ella con perfil baj铆simo, el hilo que une a ambos se resume en Camila, quien tom贸 distancia del ruido y eligi贸 un camino m谩s s贸lido y silencioso. La figura de la nueva generaci贸n 鈥攑rofesional, t茅cnica, alejada de las luces del espect谩culo鈥 contrasta con el drama que la vio nacer.La escena del escupitajo sigue viva en la memoria popular, pero ya no define a quienes fueron sus protagonistas. La historia, finalmente, qued贸 en manos del tiempo: un archivo, un recuerdo, una advertencia. Y el presente demuestra que, incluso en las familias marcadas por el esc谩ndalo, siempre hay una oportunidad para reescribir el propio destino.
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